Mancha el satin de venas enhiestas,
es la noche de mi carretera, vive el parpado grandilocuente,
serpentea por la arena
el grafitti que hundi a dedo - cicatriz-
y es entonces cuando merodeo en mi mismo,
asustando a los fantasmas en mi propio eje.
Que me busquen en lo inmaculado,
hermoso en mi depresion.
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